Que mundo mas extraño este en el que vivimos, dinero, guerra, consumo, egoísmo, hipocresía, falsedad, racismo, traición, mentira, corrupción, mafia, comisiones, interés, sufrimiento, represión, líderes, extranjeros, marginados, ricos, pobres, hartos, hambrientos, excedentes, escasez, derroche ... en total unos seis mil millones de insatisfechos dándose codazos para conseguir un poquito más de pastel a costa del hambre del vecino.
Y en medio de todo eso, vosotros, voluntarios que gastáis vuestro tiempo en repartir cucharas, platos, sillas, globos, amor y peluches, como si no os gustara el pastel.
Parece como si Pablo Milanés os hubiera cantado aquello de "La vida no vale nada, si no es para perecer por que otros puedan tener, lo que uno disfruta y ama".
Quizás lo que ocurre es que los voluntarios no disfrutáis dandoos codazos por un empacho de pastel, quizás los voluntarios disfrutáis y amáis una vida apacible al otro lado de los insatisfechos.
Quizás os gustaría más un mundo con solidaridad, altruismo, paz, amor, tolerancia, alegría, compromiso, honradez, confianza, verdad, generosidad, libertad, equilibrio, respeto, belleza, ecología, diálogo, comprensión, valores ....
En total seis mil millones de personas disfrutando del misterio de la vida y en medio de todo esto, uno de esos museos donde se conserva la memoria de las atrocidades cometidas por el hombre en el pasado, para no perder el valioso punto de referencia que nos pueda permitir seguir en el buen camino.
Mucha gente cree que esto es imposible, otros creen que antes de iniciar el camino hay que tomar las armas y conseguir el poder para, una vez sentados en la poltrona, decidir como transformar el mundo de los insatisfechos. Otros piensan en las campañas de publicidad como medio de cambiarla mentalidad de la gente y otros rezan a su dios para que haga el milagro.
Pero vosotros estáis haciendo la más profunda y silenciosa revolución de la historia de la humanidad, vosotros habéis empezado por el punto neurálgico del problema de la insatisfacción en el mundo. Vosotros estáis consiguiendo estar satisfechos con vosotros mismos. Vuestro trabajo es duro, arduo, difícil y muy sencillo, Sólo se trata de alegrar la vida del vecino, lo demás, se os da por añadidura.
La receta lleva miles de años en los labios de la gente, vosotros habéis empezado por la práctica, cada uno a su manera, desde el centro de uno mismo, pero centrado en las necesidades de los demás. Más sencillo imposible, aunque a juzgar por la larga lista de los insatisfechos, eso debe ser muy difícil.
