17 Carta abierta a la comunidad científica ... Una explicación

Titular noticias
Cartas para una tertulia 1996

17 Carta abierta a la comunidad científica ... Una explicación


 El uno, el dos, el tres En multimedia 

Ese día un día llegara
no sera pronto ni tarde
cuando no queda cerilla ya
es el dedo lo que arde

Lo que sube habrá de descender
y aunque mientras la escalada
no es cuestión de mirarse a los pies
no se yo si esta cordada
ha pensado en la bajada

Que si ese día la tortilla da la vuelta
vereis que pocos nos quedamos en cubierta
El uno, el dos, el tres
y para de contar
que al escondite ingles
se han puesto los demas
El uno, el dos, el tres
y para de cantar
porque a ninguno le interesa escuchar

Aunque en la foto aparentemos más
somos solo tres polillas
que de tanto dar contra el cristal
se han colado en la bombilla
hasta que la luz de este quinqué
ya no sea lo que era
y se encienda solo para que
se la vea desde fuera
como la de la nevera

Si de ese cuajo la tortilla da la vuelta
vereis que pocos nos quedamos en cubierta
El uno, el dos, el tres
y para de contar
que al escondite ingles
se han puesto los demás
El uno, el dos, el tres
y para de cantar
porque a ninguno le interesa escuchar

Y quiza volvamos al local
a cantar para nosotros
lo de "Hoy no me puedo levantar"
y dejar que esa chorrada
nos empañe la mirada
Lagrimas de agua pasada
despintando la fachada

(Mecano)

Carta abierta a la comunidad científica, Una explicación.

Los fenómenos de la mecánica cuántica vienen perturbando el sueño de la comunidad científica en el mismo grado en que las leyes de la relatividad lo hicieron hace pocos años.

Desde mi punto de vista, como observador alejado y desconocedor de los detalles de la ciencia, aunque con una formación generalista se establece una relación entre ambas situaciones (toda indulgencia será poca para paliar los errores de bulto y la simplicidad con que se trata a la ciencia, en las siguientes lineas, pero mis conocimientos no llegan a más).

Naturalmente ya he pensado en que probablemente no sea yo el primero en detectar esa relación y en establecer una nueva visión del mundo, pero tengo la sensación de que alguna forma de inspiración "Aja", ha caído sobre mi mente y tengo la necesidad de compartirla.

Empecemos por el principio, aunque sin perdernos en los detalles.

Las leyes de la relatividad nos fueron difíciles de aceptar porque en lo mas hondo de nuestra cultura residía la idea de la geometría Euclídea. Cuando ejemplos como el del juego de tenis de mesa sobre un tren con observadores en distintos lugares nos acercan al relativismo, se nos hace menos difícil aceptar que existe una gran diferencia entre lo que parecen las cosas y lo que "en realidad" son. Einstein nos dio, una nueva forma de ver la realidad.

Con la mecánica cuántica nos ocurre exactamente lo mismo. Un fotón pasa por dos rendijas a la vez comportándose como una onda hasta que existe la posibilidad de observarlo, momento en que colapsa en una única partícula que indudablemente pasa por uno sólo de los caminos posibles.

En este caso no es Euclides sino la lógica Booleana, que distingue rudamente entre el "si" y el "no", la que entra en abierta contradicción y por lo tanto casi todas las conclusiones que se derivan de la generalización de la mecánica cuántica carecen de lógica, igual que las teorías relativistas y el espacio-tiempo de Einstein eran impensables hace 100 años.

Quizás nos sea más difícil de aceptar, pero el principio de incertidumbre de Heisenberg por el cual no es posible determinar con exactitud unas y otras características de una partícula en el mismo instante y el gato de Schrodinger que permanece en el doble estado de vivo y muerto hasta que el observador abre la caja y de repente toma una u otra forma, no son más que manifestaciones de una realidad que nos negamos a ver, empeñados en clasificar la verdad de acuerdo con instrumentos que ya no son útiles.

Para ser más gráfico: Es como si pretendiéramos explicar los viajes de Colón a las Indias con los mapas de una tierra plana que se usaban en el siglo XV. Esto no concuerda con los principios generales de la geometría plana al uso y por lo tanto no es lógico.

Las consecuencias del cambio en el punto de vista son muy importantes y reconozco que ni siquiera puedo intuir hasta donde podría alcanzar la modificación en el saber humano si esta idea fuera adoptada por la comunidad científica.

Tratemos de explicarlo: En la mecánica cuántica subyace un principio de dualidad de la realidad onda - partícula, situación - movimiento para Heisenberg, o vivo - muerto para Schrodinger, pero en el fondo creo que sólo queremos ver la dualidad para mantener el problema dentro de unos límites manejables, pero no es descabellado pensar en situaciones de infinitas posibilidades, que colapsan en una única "realidad" cuando existe la posibilidad de medirlas y observarlas.

Bien, partamos de la base de que a nivel cuántico cada onda - partícula vive en un multiestado de energía - posición - movimiento con posibilidades infinitas. Este multiestado, con sus infinitas posibilidades es la "verdadera" definición de la onda - partícula, pero en el momento en que se dan las condiciones para poder ser observada se manifiesta en una única de sus personalidades. Naturalmente cuando hacemos, la observación sólo podemos apreciar esta personalidad y la identificamos con la realidad.

Esta visión del mundo cuántico debemos aplicarla a la totalidad del universo ya que todo él esta compuesto por cuantos que obedecen ciegamente las leyes de la mecánica cuántica. Y por tanto es lógico que a niveles macroscópicos se presenten situaciones de dualidad y de multiestado que hasta la fecha no he visto relacionar a nadie, y aquí empieza lo que podría ser una idea aprovechable.

Empecemos con un sencillo vaso de agua que en el mismo instante está medio lleno y medio vacio, o con las cosas que son del color del cristal con que se miran, o con la geometría de Lovachevski que incorpora esta rara perspectiva contraria a la aceptada universalmente.

En todo lo que es observado por la naturaleza humana se presentan tantas interpretaciones como observadores hayan. Así pues no es de extrañar que después de unas elecciones todos los partidos políticos se congratulen de su éxito.

Pero hay más, los peces cambian de nombre, a medida que se avanza por el litoral, se utilizan idiomas dialectos y expresiones distintas, llegando a un lenguaje no verbal distinto para cada individuo. Pero siguiendo en esta linea nuestra forma de expresar y de observar la realidad cambia más rápidamente de lo que tardamos en reflexionar sobre ella misma. Existe en alguna parte algo que nos hace cambiar constantemente de opinión, de humor, de dirección, y eso está en alguna parte de nosotros que no acertamos a reconocer. Y los sueños, ¿qué ocurre en este mundo donde la realidad y la fantasía se mezclan en un atentado a la lógica Booléana? y esa muerte más allá de la cual la ciencia no encuentra una explicación mínimamente lógica.

Pero también hay que recordar las eternas discusiones entre el libre albedrío y esa sensación que me invade cuando llego a algún sitio y todo está preparado para mi llegada.

Mi opinión es que el universo y nosotros mismos estamos firmemente gobernados por las leyes de la mecánica cuántica y por lo tanto eso que observamos no es más que aquella parte de la realidad que es observable, pero que es una posibilidad infinitesimal sobre el multiestado universal en que vivimos.

No sé si la idea es original, pero para mí ejerce una gran atracción y facilita la explicación de multitud de paradojas de la vida de todos los días.

Partiendo de la idea del multiestado, el universo es una inmensa caja de Schrödinger donde todos nos comportamos en forma ondulatoria y somos algo desconocido para nosotros mismos en cuanto observadores y donde al mismo tiempo estamos vivos y muertos, casados y solteros, somos abogados y hypies..., pero que en el momento en que se dan las circunstancias para ser observados, colapsamos, en forma de partículas, en una única realidad que como observadores nos ciega la existencia de cualquier otro planteamiento.

Así pues me sumo a la idea de que somos en cuanto somos observados, pero al igual que en los experimentos de mecánica cuántica la posibilidad de medir una partícula en un extremo del universo determina sin lugar a equívocos que en el otro extremo el comportamiento de una partícula asociada debe ser unívoco. También la observación de qué estoy casado conlleva que mi esposa está casada, pero si se observa que estoy soltero esto también influye en la situación de mi esposa.

Este planteamiento admite la posibilidad de partículas que viajen atrás en el tiempo como los Taquiones, sin que debamos preocuparnos por la paradoja del viaje al pasado para suicidarme y el consiguiente cambio en el rumbo de la historia, que se convertirá en una más de las infinitas historias posibles.

Como consecuencia de esta visión, la muerte no es más que la imposibilidad de ser observado y el consiguiente traspaso al estado libre y natural, el estado undulatorio.

¿Pero quién nos observa? ¿Quién hace que nos comportemos como partículas?

¿Qué hace que de repente nos comportemos de forma irracional, cambiemos de opinión, tengamos inspiración, sueños, o la sensación de "deja vu"?

Todo esto no son más que manifestaciones de nuestra verdadera y completa personalidad ondulatoria que afloran curiosamente con más intensidad en los momentos de relajación, cuando dormimos, y naturalmente cuando dejamos de observamos.

Basta con cerrar los ojos para damos cuenta de que ya somos algo distintos. También podemos escondemos a la mirada de los demás, en una isla desierta para actuar de forma muy distinta, y basta con cambiar de escena y de observadores para desarrollar patrones de conducta adecuados a la posibilidad de que nos observen o nos midan de una u otra forma. Sólo pensar que nos pueden ver o que hay la posibilidad de que en el futuro vean lo que hacemos ahora produce en nosotros el efecto de cristalización conductual que tanto nos extraña en las leyes de lá mecánica cuántica.

Pero en las últimas lineas parece que existan infinitos grados entre el hombre partícula totalmente observable y el hombre onda inobservable y creo que esto no entra dentro de los cálculos de los estados cuánticos, pero no hay que olvidar que la mayoría de estados intermedios vienen definidos por el funcionamiento del cerebro que, dicho sea de paso, está lleno de cuantos en constante actividad. Casualmente reconocemos que esta es la parte más desconocida e inobservable de nuestro cuerpo y en el se inducen comportamientos que vistos desde una perspectiva cuántica podrían ayudar a los psiquiatras al entender los saltos en el comportamiento.

Basta con que una parte de nosotros sea inobservable para que mi comportamiento no sea estrictamente "particular" sino que dé resultados propios de una relación ondulatoria, dual o múltiple.

Pero hay que ir más allá, la luz es inexplicable si no tenemos en cuenta sus variables onda - partícula, y lo mismo ocurre con nosotros mismos.

Hasta ahora los médicos se han empeñado en explicarnos como partículas pero si por un momento nos admitimos como ondas se abre un muevo horizonte frente a la historia.

Los fantasmas que atraviesan paredes, los ángeles que vuelan, la levitación de los santos, el yoga, el Karma, muchos fenómenos parapsicológicos y muchas historias tradicionales empiezan a tener un muevo sentido.

Después de leer a Popper es difícil mantener el colapso del paquete de ondas como algo producido por la presencia del observador. Pero la explicación de Popper como un problema de propensiones o de cálculo de posibilidades cargadas de pesos es muy atractiva y no cambia la esencia fundamental de lo expuesto anteriormente.

Veamos por otra parte como se puede considerar la teoría de los muchos mundos de Everett que Popper borra de un plumazo con un pobre argumento basado en la imposibilidad de ir hacia atrás en el tiempo.

Podríamos definir una visión del mundo capaz de integrar una buena parte de las realidades materiales y espirituales, conjugando la experiencia de todos los días con las citadas observaciones científicas.

Los puntos fundamentales de esta visión del mundo son los siguientes:

1° El mundo está compuesto por partículas elementales asociadas cada una a su función de onda. Esta función puede entenderse como el conjunto de las probabilidades indicadoras de su posición y movimiento, teniendo en cuenta que cada probabilidad va asociada a un peso de la probabilidad, no siendo en absoluto posibilidades equivalentes.

2° La historia de cada partícula se desarrolla en el mismo instante en todos los mundos posibles en los que la función de onda permite la existencia del salto cuántico, es decir donde el peso de la probabilidad de que dicha partícula exista en determinado mundo es superior a una determinada constante.

Simplificando podríamos decir que una partícula tomada en el instante O existe únicamente en un mundo, pero dispone de una serie de potencialidades de posición y momento para el instante siguiente que se van a producir desdoblándose la realidad en tantos mundos como posibilidades existen.

Pero no todos estos mundos tienen las mismas posibilidades dé existir, pues existe una propensión mayor a que se produzca el resultado que denominamos lógico, y existe una probabilidad menor de que se produzca el resultado que denominamos improbable Los resultados que llamamos imposibles, no pueden producirse sencillamente porque la propensión es nula.

Para ser más explícito: En el instante O+t/1, existen infinitos mundos y en cada uno de ellos la partícula tiene una función de onda distinta.

En el instante 0+t/2 cada uno de los infinitos mundos se desdobla de igual forma en un nuevo infinito que haría las delicias de Aleph.

3° Nosotros y todo lo que nos rodea se comporta exactamente como las partículas elementales que nos componen.

Así pues, vivimos simultáneamente en cada uno de los mundos posibles y si tomamos una foto de este instante podemos intuir fácilmente las posibilidades del próximo instante en función de la posición y momento de los elementos que aparecen en la foto. No nos será difícil asignar a cada una de estas posibilidades un peso de probabilidad distinto que dibuje una onda de propensión.

La suma ponderada de todas las propensiones que se reflejan en la función de onda de todas las partículas nos llevará sÍn lugar a dudas a la próxima imagen de la película, pero ello no es óbice para que existan todos los demás mundos. Simplemente no tenemos conciencia de ellos.

4° El futuro está perfectamente relacionado con el pasado que determina de forma unívoca un conjunto de posibilidades que marca nuna propensión.

Esto permite aceptar la visión determinista del mundo respetando al mismo tiempo las posturas más indeterministas.

Así el futuro es predecible aceptando sin problemas los oráculos y artes adivinatorias, pero al mismo tiempo es incierto para cada uno de nosotros, ya que desconocemos a cual de esos mundos posibles nos llevará nuestra onda de propensiones.

Esta visión permite perfectamente que nosotros, haciendo uso del libre albedrío, cambiemos dramáticamente las relaciones que determinan la propensión hacia un determinado futuro.

También permite de acuerdo con las leyes de la probabilidad que para una única situación dada existan propensiones distintas en función de los elementos conocidos por cada individuo.

Mas sobre el tema: cartas para una tertulia
Comentarios
  1. Ramon Bartomeus ( 02/01/2010 07:07:27 )
     Este documento fue motivo de estudio y debate en el Dpto. Física Teórica y del Cosmos de la Universidad de Granada  (13 de abril de 1998)

Your email will not be disclosed anywhere
Último en Cartas para una tertulia 1996


Powered by iwith.org