Kamuta Talofa sentado al fondo de la impresionante sala de la Asamblea empezó a sospechar cuando notó los ojos de Ban Ki-moon en su cogote. Kamuta era el representante de Tuvalú, el país más pequeño de los allí representados y era conocido simpáticamente por buena parte de los asistentes, pues Kamuta llevaba desde el año 2000 visitando todos los países del planeta contando la extraña historia de su país, y pidiendo apoyo para secundar la petición de su primer ministro.